Beijing +25: Avances y retrocesos de la mujer en los medios
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y el balance de los 25 años de declaración de la Plataforma Beijing (1995), conversamos con Gaby Cevasco – periodista y escritora, además feminista y especialista en temas de género, sobre la importancia de la cuarta conferencia mundial sobre la mujer (Beijing) en la conquista de los derechos de las mujeres y los avances en cuanto a la presencia de la mujer en los medios de comunicación, un ámbito en el que se reproducen con frecuencia estereotipos de género, que impactan negativamente en las mujeres y en la sociedad.
¿Cuál es la importancia de la plataforma Beijing para los derechos de las mujeres?
Creo que Beijing marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de las mujeres. Beijing, llama a los estados y en general a todas las organizaciones, nacionales e internacionales a mirar el bienestar de las mujeres de una forma integral. Dijo que las mujeres tienen que velar por sus derechos desde que nacen hasta que terminan su ciclo de vida, y no solo cuando son madres, en todos los aspectos de su vida.
¿Qué rol cumplen los medios de comunicación en esa reproducción de roles de hombres y mujeres que no terminan de ser equilibradas?
Los medios de comunicación son claves porque construyen visiones del mundo, por tanto, construyen visiones de lo que es ser un hombre y de lo que es ser una mujer. Creo que en aspectos normativos hemos avanzado mucho, pero las normas no cambian la realidad. La manera como los medios están informando sobre la violencia y los feminicidios se ha convertido en una prolongación de un atentado contra su integridad o contra su vida.
¿Crees que hay avances en cuanto a la mujer y los medios a la luz de las recomendaciones planteadas en Beijing en 1995?
Sí. Hemos avanzado. Pero el gran riesgo es que se avanza y retrocede muchas veces por desconocimiento. Hemos avanzado en normas, pero no en los imaginarios sociales.
Creo que allí hay que trabajar en cómo abordar las noticias sin violentar los derechos de las mujeres, sin reforzar estereotipos, porque la manera como están informando sobre la violencia de género ha llevado a la naturalización de la violencia en general, y también se naturaliza la violencia de género.
¿Qué hacer para avanzar en el cumplimiento de las recomendaciones planteadas en Beijing?
Creo que hay que trabajar con periodistas hombres y mujeres en general sobre qué se está entendiendo por informar desde un enfoque de género. Sobre todo, hacerles ver la importancia que tienen los medios en las percepciones de lo que es ser un hombre y de lo que es ser una mujer, porque no son conscientes de ello. No se dan cuenta que están colocando una agenda que no solo no expresa la realidad de desigualdad que viven las mujeres, sino también la realidad de este país.
Tenemos que dejar de juzgar a las mujeres a la hora de presentar información sobre violencia. No podemos prolongar esa violencia en la utilización descarnada de sus cuerpos. Los medios tienen que dejar de colocar como víctimas a las mujeres, a los niños. Son personas con derechos.
¿Podemos hacer algo desde la sociedad civil para cambiar esta realidad en los medios?
Yo creo que sí. No solo desde la sociedad civil, tiene que ser en alianza. Es clave el papel del Ministerio de la Mujer y el CONCORTV. Además, en el CONCORTV está presente el Estado, la sociedad civil y los empresarios, entonces tiene un rol clave.
La sociedad civil tiene que hacer un trabajo fundamental sobre todo de diagnóstico y proponer, pero la alianza con el Estado es fundamental para lograr cambios y no estoy proponiendo una norma, sino acuerdos autorregulatorios. Creo que sino lo hacemos desde la sociedad civil, si no nos movilizamos desde la sociedad civil, esto no va a cambiar.
¿Cuáles son los principales desafíos para seguir trabajando en los derechos de la mujer desde los medios de comunicación?
Me parece clave la denuncia. La denuncia tiene que continuar y sobretodo la denuncia sobre la falta de justicia y la impunidad. La impunidad es decir “que esa mujer se lo merecía”. Eso es lo que te dice la impunidad. Entonces la denuncia y la falta de justicia tienen que continuar siendo puestas en el plano público para llamar la atención y sensibilizar a las personas, a las autoridades, y a los medios de comunicación.
Además, tenemos que construir propuestas, por ejemplo, si vamos a informar sobre un feminicidio, no importa la vida de esa mujer, lo que importa es el crimen. Se segó una vida, porque al hablar de una vida están señalando que se lo merecía. No señores. Esa mujer, cualquiera que haya sido su forma de vida, no merecía morir.
Y quiero dejar bien claro que no estamos proponiendo crear nuevas normas, sí nuevas restricciones. Fortalecer la autorregulación y hacer desde la sociedad civil y desde las instituciones un seguimiento al cumplimiento de esa regulación.