“En un país donde la discriminación es latente, los contenidos de los medios no son inocuos y repercuten en la vida de las personas”
Daniel Sánchez, viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia del MINJUS, reflexiona en torno al rol de los medios de comunicación en la promoción y valoración de la diversidad cultural del Perú, y analiza el impacto de los contenidos racistas en la forma de relacionarnos.
¿Qué expresiones de nuestra diversidad cultural hacen falta difundir en los medios de comunicación?
En un país que tiene más de 55 pueblos indígenas u originarios y 48 lenguas indígenas u originarias, la diversidad cultural debe manifestarse con el conjunto de conocimientos tradicionales, ancestrales de los pueblos y comunidades nativas y campesinas. Se debe mostrar no solo aquello que es conocido de manera general, como la gastronomía, las lenguas, algunas festividades, sino sobre todo, la relación que han tenido nuestras comunidades con el uso de la tierra, la salud intercultural, cómo han promovido, a lo largo de su historia, la relación con los adultos mayores de su comunidad.
Hay una serie de tradiciones y costumbres que no son valoradas por la sociedad porque no las conocen. Un rol de los medios de comunicación es la difusión de este conjunto de acciones, conocimientos, maneras de entender la vida de las comunidades, que contribuyen con el desarrollo de nuestro país.
Sin lugar a dudas el Estado tiene un rol de promoción y defensa de la diversidad, pero la tarea involucra a la sociedad en su conjunto, a los medios de comunicación escritos, radiales, televisivos, incluso los que operan por redes sociales.
Vemos cada vez más programas televisivos y radiales en lenguas originarias, principalmente desde los medios públicos ¿Cuál es el mayor aporte de estas producciones?
Es difícil promover, difundir y respetar lo que no se conoce. El principal aporte de los medios masivos de comunicación es acercar a muchos peruanos a estas manifestaciones culturales, pues no todos nos desarrollamos en ambientes donde se habla quechua, aymara, awajún, o shipibo-konibo. El poder acceder a través de una película, una historia de televisión, un documental, o noticiarios en estas lenguas nos permite a un conjunto de peruanos conocerlas, aprenderlas, y entenderlas. El aporte de la difusión genera que personas de la cultura a la que se hace referencia se sientan orgullosas y que vale la pena continuar con esa manifestación cultural a través de las generaciones.
¿Qué deberían hacer los medios para evitar y prevenir contenidos racistas en su programación?
Si de un lado, emitimos normas para luchar contra la discriminación racial, si elaboramos políticas para evitarla, formamos estudiantes orgullosos de sus raíces identitarias, y por el otro, los medios -que influyen en la población- emiten contenidos racistas, generamos una contradicción muy evidente en lo que todos deberíamos estar de acuerdo: que este país se ha construido a partir de la diversidad.
En este sentido, los medios tienen una labor preventiva y la responsabilidad de evitar situaciones de burlas hacia personas afroperuanas o afrodescendientes, comentarios despectivos a quienes son de la Amazonía por el dejo particular al hablar, o la caricaturización de personas de la zona andina, visibilizadas desdentadas y sucias. Cada vez que alertemos de un acto discriminatorio, se requiere generar debates públicos para que no se repita y el medio pueda ofrecer disculpas, verificar la dinámica creativa del programa, y establecer protocolos. La discriminación está tan arraigada en la forma de relacionarnos que una broma con contenido racial genera actos indirectos de discriminación.
El MINJUS tiene la presidencia y la secretaría técnica de la CONACOD (Comisión Nacional Contra la Discriminación), que reúne a sectores e instituciones orientados a prevenir la discriminación. La CONACOD emitió un informe que pone énfasis en un componente formativo-preventivo, facilitando la interacción del organismo y los medios con un afán preventivo y no punitivo, para evitar sanciones administrativas o penales, como establece nuestra legislación.
Algunos medios y artistas sostienen que las burlas y parodias con personajes estereotipados en los programas de humor son parte de la ficción y de su libertad de expresión ¿Cuál es su opinión?
Todos los derechos no son absolutos. Es importante la libertad de expresión, sin duda, pero su límite es no transgredir derechos de terceros. En un país donde la discriminación todavía es un problema real y latente, los contenidos no son inocuos y probablemente la emisión de determinados contenidos generan repercusiones en la vida de las personas. Por ejemplo, si repetimos la broma clásica “los negros solo piensan hasta las 12” en relación a la población afroperuana, en la práctica genera que se piense que estas personas no son suficientemente inteligentes y se establecen diferencias: ¿cuántos afroperuanos terminan la universidad?, ¿cuántos acceden al mercado laboral equitativamente?. La broma en espacios con altos índices de discriminación sí tiene un efecto: genera que los estereotipos se mantengan.