Dos opiniones distintas: publicidad de comida chatarra
(Fuente: La República)
"Debe restringirse" (Crisólogo Cáceres, presidente de Aspec)
Es un hecho que la publicidad tiene una finalidad muy concreta: persuadir. Es por eso que la iniciativa del proyecto de ley del Congreso de restringir la publicidad de la llamada comida chatarra es saludable, pues por primera vez el Estado asume su deber en relación a la alimentación de los consumidores, el que siempre ha estado en manos del sector empresarial. Según el estudio del Consejo de Radio y Televisión (Concortv), se trasmiten más de 200 spots diarios, los que al mes suman 42 horas de publicidad de comidas no saludable. Las industrias invierten alrededor de 11 millones de dólares mensuales en publicidad de este tipo de alimentos. Con este monto y esa cantidad de horas de emisión de publicidad, ¿cómo es posible que se afirme que los niños no son influenciados con estos spots? Es evidente, nadie va a invertir si no sabe que logrará algo. Los empresarios son conscientes de que la intensa publicidad de la denominada comida chararra persuade a su consumo.
"Medida es arbitraria" (Rodolfo León, director ejecutivo ANDA)
Esta propuesta es un extremo. No estamos de acuerdo con el proyecto de ley impulsado por la Comisión de Defensa del Derecho del Consumidor. Consideramos que no es efectivo (el proyecto) porque se apoya en la prohibición de la publicidad de la comida rápida cuando esto no ha funcionado (o no funciona) en los países que la han impuesto, como en Suecia. Hay muchos estudios que buscan relacionar la obesidad con ese tipo de publicidad y todos ellos establecen que cuando los niños ven más televisión y más publicidad, hay más sobrepeso. Pero los estudiosos también dicen que la gente está viendo la misma cantidad de publicidad, desde hace 30 años en EEUU, por ejemplo; y sin embargo, hay más sobrepeso, ¿qué es lo ocurre? El problema es el sedentarismo. El problema no es la publicidad, sino las largas horas que las personas pasan frente a la pantalla de TV, computadoras, etc., y además, consumiendo productos que pueden o no ser altos en grasas o azúcar.