“La batalla del 7”, por Fernando Vivas
(El Comercio).- Mauricio Mulder ha protestado, según leo en “Correo”, contra la nueva gestión de Ricardo Ghibellini en el IRTP (Canal 7 más Radio Nacional). Su plataforma de lucha es: 1. Que el 7 sea una empresa pública y no un instituto adscrito a la PCM. 2. Que no se elimine la gerencia de publicidad ni la posibilidad de que el canal genere ingresos comerciales. 3. Que no se contrate a Marisol Crousillat. 4. Que no se delegue a la Apdayc la programación de Radio Nacional.
Hablé con Ghibellini sobre los cuatro puntos. Sobre el primero dice que no hay bronca. Le parece que ser empresa u OPD (organismo público descentralizado) competitivo es mejor que depender de la burocracia ministerial. Pienso lo mismo. Esto tampoco chocaría frontalmente con el proyecto de ley de radiodifusión estatal que asume que el IRTP seguirá en la PCM. Bastaría hacer un pequeño cambio y establecer, eso sí, que el director no sea designado a dedo por el Gobierno.
Que la publicidad se eliminara fue un malentendido generado por las declaraciones de Ghibellini con respecto a la desaparición de las tandas comerciales. En realidad, se reordenarían los avisos para que solo queden auspicios de grandes empresas a contenidos específicos. Este proceso está a cargo de Luis Yábar y prevé recaudar bastante más de lo que el canal cobra hoy a sus variopintos anunciantes.
Ghibellini respalda a Marisol Crousillat, actual asesora del 7 y le gustaría que fuera gerenta de televisión. Me cuesta pasar la página de lo que su padre y hermano hicieron a la moral nacional. Pero, si ella demuestra no representar los intereses de estos, no veo por qué cerrarle la puerta.
Finalmente, el jefe del 7 me aclaró que la Apdayc no administraría Radio Nacional; solo han firmado una alianza estratégica para la programación musical. En lo informativo, la radio seguirá la línea del canal.
También llamé a Mauricio Mulder, pero no me contestó. Quería preguntarle si su preocupación era la de un congresista inquieto por el futuro de la TV pública o la del secretario general del Apra que teme perder cupos para su partido.