“Giro inminente”, por Fernando Vivas
(El Comercio).- El nuevo primer ministro tiene que ordenar el caos en el Canal 7. ¡Tiene que hacerlo! Como saben, IRTP, el organismo que agrupa a Radio Nacional y a TV Perú (7), está adscrito a la PCM, y al irse Jorge del Castillo el canalito del régimen pasará a ser preocupación de Yehude Simon.
Del Castillo no hizo nada por el 7. No fue por descuido, pues el saliente primer ministro no es un distraído. Su omisión fue misión partidaria: dejar que los sucesivos presidentes ejecutivos del canal, desde María del Pilar Tello hasta el actual Carlos Manrique, instrumenten una señal atenta a los actos del presidente y del partido, con licencia para interrumpir cualquier programa y noticia nacional que se cruzara en el camino de García o de los coloquios en la Casa del Pueblo.
Pero algo sí tenía que hacer Del Castillo, pues la Ley de Radio y TV 28278 se lo obligaba: convocar una comisión que redactara el anteproyecto de otra ley, la de radiodifusión estatal, que es la que debe regir al 7 y, según todas las expectativas democráticas, convertirlo en TV auténticamente pública. Se demoró todo lo que pudo, pero al final nombró a su correligionario José Luis Delgado para que a su vez se demorara todo lo que fuera posible en el encargo. Al final, este se las arregló para que el proyecto estuviese listo sin sacrificar el perfil gobiernista del canal: en el anteproyecto ya entregado a la PCM, en el Art. 25, el Gobierno es el que designa al jefe del canal. Por lo menos tres de los comisionados ya han planteado su desacuerdo con ese sospechoso artículo.
Simon y quien designe como nuevo presidente ejecutivo del canal –Manrique se ha descalificado con los torpes y arbitrarios cambios de programación de los últimos meses– tienen el reto de cumplir el ideal público del 7. Esperemos que el flamante primer ministro, una vez cumplido lo urgente, revise su propia cartera y pelee con el partido que lo ha invitado a gobernar la conveniencia nacional de contar con una señal democrática.