“ATV, el canal de la angurria”, por Maritza Espinoza
(La República).- El respeto al televidente es una de las obligaciones mínimas de un canal de televisión y comienza, como es obvio, por cumplir los horarios establecidos y la programación prevista. Desde hace mucho tiempo, ATV incumple esta regla mínima. Ya alguna vez hemos comentado sobre las desconsideradas tandas comerciales en sus telenovelas que, a menudo, son cortadas a la mala. También hemos recibido quejas porque en la reciente pelea de Kina Malpartida, entre round y round, se puso publicidad, extremo de angurria que no se ve en peleas de box en ningún lugar del mundo.
Pero lo ocurrido el lunes con el programa de Magaly Medina, el espacio emblemático de esa televisora, supera cualquier límite. Ante la ausencia de la conductora, el canal decidió poner una telenovela de reemplazo y colocar cintillos engañosos para hacer creer a los televidentes que Medina estaba por llegar en cualquier momento a hacer su programa. “La tía ya llega”, “Magaly nunca falla”, “La tía ya entró a maquillaje” eran algunos de los que se leyeron. Solo faltando un minuto para el final de la hora, cuando era obvio que jamás llegaría, pusieron uno pidiendo tardías disculpas.
Es decir, quienes siguen a Magaly fueron engañosamente inducidos a ver la telenovela con la expectativa de que, en algún momento, ella saliera al aire, una “estrategia” más que inaceptable para “enganchar” audiencia. Pero no es Medina quien debe explicaciones (y disculpas) por esta estafa, sino los directivos del canal que sabían –por confesión propia– que la conductora nunca llegaría. Magaly ha confesado que ella es la gallinita de los huevos de oro del Ángel “El Fantasma” Gonzales, pero esa mansa actitud no puede llegar al extremo de aceptar ser usada para engañar a sus propios seguidores.