Los niñ@s atienden más a la TV que a sus padres y/o docentes
(CIMAC) México DF.- Las y los niños atienden más a la televisión que a sus madres, padres y docentes, y pasan más horas frente la pantalla que en la escuela, sin herramientas de análisis que los preparen para ser receptores más críticos.
Así lo advirtió Irma Dolores Ávila Pietrasanta, integrante de Comunicación Comunitaria, asociación civil integrada desde 1999 por comunicadores, artistas y ciudadanos que colaboran para la democratización de los medios de comunicación, dice un comunicado de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Ella es también responsable del Proyecto Derechos Informativos de los Niños. Talleres de recepción crítica de los medios de comunicación en el marco de la defensa de sus derechos humanos. Una experiencia de educación para los medios, de libertad de expresión e información a través del video.
El Proyecto fue financiado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), a través del Programa de Fomento a Iniciativas Ciudadanas en Materia de Educación y Promoción de los Derechos Humanos en el Distrito Federal, que convoca desde hace cinco años a Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC).
Ávila Pietrasanta urgió a incluir la materia de comunicación en la currícula de educación básica y alertó también sobre el impacto que la exposición de las niñas y niños puede provocar: “Porque los medios interactúan todo el tiempo con los niños, lo que significa poner a las trasnacionales del juguete, de la comida chatarra, de la publicidad y de los propios medios, de un lado, todos juntos en alianza; y, del otro lado, la mente de un niño de seis años. Eso es una relación de inequidad absoluta”.
Advirtió que las y los niños mexicanos de esta generación, especialmente en la ciudad, viven en espacios restringidos y la inseguridad no permite que las madres y padres los dejen salir. Entonces la televisión se convierte en su niñera: los niños pueden ser manipulados y manejados.
El Proyecto de Comunicación Comunitaria, explicó, aborda la libertad de expresión y el acceso a la información en el marco de los derechos informativos de las y los niños. Pretenden convertirlos de consumidores a ciudadanas y ciudadanos, que sepan que tienen derechos desde los medios; que éstos tienen la obligación de informarles sobre las cosas que necesitan y tienen derecho a no ser engañados, tienen la posibilidad de escoger qué van a ver, que su derecho a la libertad de expresión se puede ejercer en los medios, en el aula u otros espacios de su vida cotidiana.
Durante la realización del Taller de recepción crítica de los medios, basado en el Manual de Educación para los Medios (www.comunicacioncolectiva.org), participaron 16 niñas y niños de entre 10 y 13 años, que cursan el 6° grado en la Primaria Plan de Ayutla, en Coyoacán. Les hablaron sobre la verdad y la mentira en los medios, la relatividad de los puntos de vista (que tiene que ver con la cultura de la civilidad y el derecho del otro a pensar diferente), la violencia, el consumismo, la promoción de valores y qué puede hacer la sociedad.
Ávila Pietrasanta señaló que si no se dan las herramientas de análisis para que, con una mentalidad crítica, tomen distancia de los medios y les den el lugar que deben de tener en su vida, pueden ser una influencia positiva o negativa, aunque lo más seguro es que sea negativa, dada la realidad de los medios mexicanos, que ese es el otro problema.
Al respecto, lamentó que en México los medios públicos son “poquitos, pequeños y pobres”, junto a los grandes medios comerciales que con todos sus recursos orientan su programación básicamente hacia algunos elementos que distorsionan la niñez y la juventud, como la violencia, el consumismo y la falta de valores.
Frente a esa problemática, criticó que las autoridades educativas no hayan tomado cartas en el asunto y, dijo que sería fundamental involucrar al sector educativo, a los gobiernos local y federal, para que evalúen la importancia de la materia de comunicación en la currícula básica del presente siglo.
Es fundamental, remató, subrayar la importancia de los derechos informativos, sin los cuales no tendremos ni pluralidad ni democracia; porque, a pesar de que persisten las violaciones graves a derechos humanos, como la tortura, mientras no avancemos en el ejercicio de los primeros, no lo haremos tampoco hacia una sociedad democrática.
Sin ciudadanía no hay democracia
Comunicación Comunitaria está convencida de que sin un ejercicio real de la libertad de expresión y el derecho a la información, y sin una voz de las y los ciudadanos, no hay democracia, por lo cual pretende crear públicos más analíticos, críticos y participativos.
También tiene como objetivo fomentar espacios de producción y transmisión de organizaciones, las y los ciudadanos y creadores; y discusiones públicas, académicas y políticas, de los temas mediáticos, entre otras actividades.
Ha trabajador sobre todo en la colonia el Reloj, en la zona de Los Pedregales de Santa Úrsula, en Coyoacán, Distrito Federal. Y además del Taller de Capacitación en 2007, que tuvo el apoyo de Indesol y la CDHDF, elaboró un Manual para replicar su metodología en los Talleres de derechos informativos para niños y video, impartió Cursos de verano sobre Educación para los Medios, donde realizaron videos, 19 programas de radio y un cómic, entre otros materiales.