Las radios comunitarias en Latinoamérica
“… amplificar la voz de la ciudadanía y, de esta manera, legitimarla socialmente. Que la gente hable en nuestras radios, sea para protestar por un abuso o para pedir una canción romántica. Nada nos humaniza más que el diálogo, la palabra” así reflexiona Jhoana Delgado sobre el desafío de las radios comunitarias en América Latina.
![]() |
En América Latina, las radios comunitarias son conocidas como: educativas en Bolivia, libres en Brasil, participativas en El Salvador, populares en Ecuador e indígenas en México. (Foto: Internet) |
La radio ha sido y continúa siendo el medio de mayor cobertura y aceptación en Latinoamérica. Es difícil encontrar un lugar, por más recóndito que sea, en donde no exista una emisora de radio, así lo indica el “Mapa Interactivo de la Radio”, estudio publicado en el 2012 por Tito Ballesteros, donde realiza una clasificación de la radio en América Latina y el Caribe y sus ubicaciones respectivas. Lo que llama la atención en el estudio, es el significativo incremento de las radios comunitarias. Hasta abril de 2012, Brasil contaba con 4.377 radios comunitarias, Colombia con 686, Venezuela con 680, Chile con 403, Paraguay con 115, Uruguay con 97, El Salvador con 23, Ecuador con 19 y Bolivia con 7 radios comunitarias.
En América Latina, las radios comunitarias son conocidas como: educativas en Bolivia, libres en Brasil, participativas en El Salvador, populares en Ecuador e indígenas en México. “Cambian las zapatillas, pero no la bailarina” afirma Jhoana Delgado Sánchez, columnista del blog “Palabra Viva”, quien asegura que el desafío de todas estas emisoras es similar: “mejorar el mundo en que vivimos. Democratizar la palabra para hacer más democrática esta sociedad excluyente a la que nos quieren acostumbrar los señores neoliberales"
La radio comunitaria Latinoamericana a favor del desarrollo y la identidad cultural.
Para Johana Delgado la radio latinoamericana ha retomado las riendas de su papel educativo-formador de la sociedad: “se convirtió en una escuela sin paredes, brindó educación a poblaciones extensas y alejadas, lugares a los cuales la educación normal no podía llegar y promovió la alfabetización de miles de campesinos”.
Tal es el caso de Radio Sutatenza en Colombia, pionera en el uso de la radio con objetivos educativos, especialmente en la educación de adultos rurales y campesinos pobres. Esta radio combinaba “cartillas”, que se explicaban página a página a través de las clases radiofónicas, con monitores presenciales. Los radioescuchas se reunían cada noche en casa de un vecino y prestaban atención a las explicaciones que brindadas a través de la radio. “A pesar de su modesto origen, Radio Sutatenza se convirtió rápidamente en una potencia en la lucha contra el analfabetismo en Colombia”.
Johana Delgado señala que la radio ha defendido y revalorado identidades culturales, asegurando que detrás de cada lengua hay una cultura distinta. “Cultura son las leyendas, la forma de cultivar la tierra, las genealogías, la medicina natural y todas las costumbres ancestrales que identifican a un pueblo. Cultura también es la música y la comida. Es aquí en donde la radio tiene el rol de rescatar este patrimonio cultural que desaparece poco a poco frente a las leyes del mercado neoliberal”.
Radio Chaguarurco en Ecuador, es también una representante de las radios comunitarias en América Latina. “Lo más importante es la prioridad que da esta radio a las voces, a la lengua y a las culturas locales. La emisora busca activamente la participación de la gente del campo, invitándolos a visitar la radio, a contar sus historias, a cantar o enviar saludos a sus amigos y familiares”
Para Johana Delgado, la radio comunitaria le ha devuelto la palabra a voces acalladas durante décadas y se ha convertido en un medio de participación ciudadana donde mujeres, varones, niños y niñas pueden expresar su voz sin distinguir género o nivel socioeconómico. “Este es el primer desafío asumido por las radios populares: amplificar la voz de la ciudadanía y, de esta manera, legitimarla socialmente. Que la gente hable en nuestras radios, sea para protestar por un abuso o para pedir una canción romántica. Nada nos humaniza más que el diálogo, la palabra”.
En el Perú, sólo existe una autorización de servicio de radiodifusión con finalidad comunitaria otorgada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en el departamento de la Libertad. Johana Delgado asegura que en el Perú si bien existen radios que de acuerdo a la ley no tienen finalidad comunitaria, sí realizan ese servicio. “Radio Marañón de Jaén (Cajamarca), Radio Cutivalú (Piura), Chami Radio (Otuzco), tres emisoras ubicadas en zonas mineras con conflictos activos y latentes, han propiciado la participación de representantes de empresas mineras y del Estado en coyunturas de diálogo y concertación con líderes de las comunidades, pero también en situaciones de enfrentamiento abierto entre organizaciones comunales, empresas mineras y entidades públicas; estas emisoras son ejemplos del servicio que debe brindar una radio comunitaria”.