El 7 no da más
(El Comercio).- Pobre TV Perú. Está pasando el año de sus bodas de oro sin gloria y sin memoria. Desde que este Gobierno asumió el mando, el Canal 7 solo es fuente de problemas. La primera funcionaria defenestrada del segundo gobierno de Alan, tras escándalos y críticas sin fin, fue nada menos que su presidenta de directorio: María del Pilar Tello (hoy al mando de “El Peruano” y la agencia Andina). A su reemplazante, Alfonso Salcedo, no le fue mejor y al tercero, Carlos Manrique Negrón, se le viene la vencida.
Sus decisiones recientes no son creativas, sino administrativas: botar gente, cerrar programas y botar más gente, incluyendo a una embarazada, lo que los pone en entredicho con la legislación laboral. Manrique hace poco o nada, pero deshace bastante y sin ton ni son. Por ejemplo, ha cerrado el longevo “Mapamundi” de Guillermo Giacosa sin dar razones ni reemplazos atendibles. El estilo de Guillermo no arqueaba cejas oficiales, ni de este gobierno ni del fujimorista y toledista, por lo que no cabe hablar de censura; pero a qué sacar a este enciclopédico y buen conversador si no tienes a otro por anunciar.
La única decisión audaz, y para mí respetable, ha sido la transmisión de la boda de Juan Diego Flórez y Julia Trappe. Su gran sintonía, sin embargo, no lo libró de críticas de diestra y siniestra por la frivolidad instalada en el canal oficial. No me sumo a ellas, pues profeso la tolerancia hacia esas celebraciones rituales y gozosas de arraigo popular y, en este caso, protagonizada por alguien que no le debe la exclusiva a ninguna rancia estirpe, sino a sus méritos profesionales. Si alguna observación cabe, se la hago en primer lugar a la concesión arzobispal de dar la Catedral de Lima y en segundo al boato de Flórez, más que al canal.
Manrique se esconde debajo de su escritorio cada vez que un periodista lo llama. Su primera aparición ha sido en su propio canal, en “Mesa central”, entrevistado por César Campos, quien más parecía su asesor. Evadió la pregunta sobre las trasmisiones apristas, no supo explicarse respecto del juicio a Fujimori y dijo que el programa de Antonio Zapata era “higiénico, económicamente”. Urge la Ley de Radiodifusión Estatal que zapee a este funcionario gris y resucite al 7 como canal público.