Cinco errores que se deben evitar en la difusión de noticias sobre la violencia contra la mujer
La violencia contra la mujer es un problema que tiene su origen en la desigualdad y que afecta a toda la sociedad. La Organización de las Naciones Unidas la define como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.
De acuerdo con la Plataforma de Reguladores del Sector Audiovisual de Iberoamérica (PRAI), los medios de comunicación tienen un papel fundamental para concientizar y sensibilizar a la sociedad, por lo que deben evitar cualquier relación ‘causa-efecto’ o buscar explicación alguna de los casos de violencia de género.
En este sentido, la PRAI aconseja tener en cuenta los siguientes errores que deben evitarse:
1. La violencia de género no es un hecho aislado. Este problema es una vulneración de los derechos humanos. No debe abordarse como un suceso aislado puesto que es complejo y consecuencia de la discriminación. La información debe brindar datos y argumentos que permitan entender la dimensión global.
2. No incluir mensajes que normalicen o banalicen la violencia de género. Un adecuado tratamiento audiovisual debe desterrar mensajes que inciten a la normalización de esta problemática. La correcta utilización de imágenes y lenguaje contribuye a combatirla.
3. La violencia de género no es un espectáculo. Es importante prescindir del sensacionalismo, el dramatismo y el morbo, evitando datos, descripciones e imágenes impactantes que desvíen el foco de atención de lo realmente importante.
4. No es un problema femenino. Es una problemática global, por lo cual no incumbe solo a las mujeres. Los menores de las mujeres que sufren violencia también son víctimas, cuyos derechos se vulneran y dejan secuelas. Es valioso mostrar las consecuencias sociales con voces expertas y autorizadas.
5. No contribuir a la difusión de rumores. La violencia de género requiere fuentes oficiales y que tengan autorización. Es eficaz acudir a fuentes de información cualificada y que se pueda contrastar en ámbitos de psicología, sociología, sanidad, servicios sociales, justicia y educación son útiles para obtener información precisa y veraz.