Televisión gratis, sin publicidad y ¿de calidad?
(Público.es).- Los canales públicos franceses dejarán de emitir anuncios por las noches a partir de este lunes pese a la gran oposición
¿Es posible una televisión pública de calidad sin ingresos publicitarios? Nicolas Sarkozy cree que sí y por eso ha introducido una nueva reglamentación para la Office de Radiodiffusion-Télévision Française (ORTF) que busca eliminar los anuncios de las cadenas estatales francesas y que hoy comienza su andadura.
El gobierno galo afirma que para alcanzar la excelencia en la programación es necesario librar a las emisoras públicas de “la tiranía de las audiencias”.
La norma afecta por el momento al tramo comprendido entre las 20 horas y las 6 de la mañana siguiente y entra en vigor hoy mismo. Está previsto que toda la publicidad desaparezca al final de 2011.
La oposición al proyecto ya ha acarreado 80 horas de debate en el parlamento francés y un retraso en la aprobación del texto definitivo.
De hecho, la supresión de la publicidad en este momento es posible gracias a un acuerdo entre el Ejecutivo y Patrick de Carolis, responsable de la televisión pública, que adelanta el cumplimiento de una ley pendiente de aprobación.
Otro punto de vista
Los sindicatos y todo el espectro político consideran que al recortar los ingresos externos de la ORTF, aumentan su dependencia del erario público, lo que incrementará el poder del presidente de la República sobre ella.
Algo especialmente apetecible para un Sarkozy que ve en las cadenas de titularidad estatal a sus mayores críticos.
“Esto llevará a un serio y prolongado debilitamiento de los medios públicos”, declaró la senadora socialista Catherine Tasca a Le Parisien.
Los presupuestos de este año ya contemplan una partida de 450 millones de euros para compensar la pérdida de ingresos.
Esta dependencia no sólo preocupa en términos políticos, sino también económicos, en una coyuntura de crisis como la actual.
Por su parte, los empresarios privados consideran que más que incrementar sus ingresos, enjugarán sus pérdidas ante las dificultades del mercado publicitario.
De hecho, la financiación de la medida de Sarkozy saldrá del bolsillo de los operadores, ya que el parlamento francés ha establecido unos impuestos especiales para sufragar su “televisión de calidad”. La nueva tasa se aplicará a los proveedores de Internet y a los ingresos publicitarios de las emisoras televisivas, que a cambió podrán emitir nuevos tramos publicitarios.
También está previsto un aumento en el canon que los franceses deben pagar por cada receptor que poseen.
Está previsto un paro de los empleados de France 2 y los periodistas de France 3 para este miércoles, como protesta por esta nueva reglamentación y coincidiendo con la votación de la aprobación de la norma en el Senado. Los trabajadores de sector público ya se declararon en huelga en diversas ocasiones durante el año pasado.
Los grupos privados de comunicación tienen una buena relación con el Palacio del Elíseo gracias a la amistad que une al presidente con empresarios clave como Martin Bouygues, de TF1, la emisora más importante del país, o Vincent Bollore, en cuyo yate tomó Sarkozy tras su descanso postelectoral.