“Televisión Digital Terrestre: más allá de un cambio tecnológico”, por Alexander Chiu Werner
La Televisión Digital Terrestre, como un avance tecnológico, ha sido ampliamente detallado y difundido en diversos congresos, foros y eventos. Sin embargo, es importante destacar cuáles son las repercusiones y efectos de este cambio tecnológico en diferentes aspectos como el político, económico, sociocultural, legal y, sobre todo, como cambiaremos como televidentes.
La Televisión Digital es, grosso modo, una mejora sustancial de la calidad de audio/video, el incremento de espacio para nuevos canales de televisión, la interactividad y la movilidad. Toda esta tecnología puede ser difundida a través de distintos canales de comunicación (cable, internet, satélite, etcétera). Pero cuando la televisión digital es transmitida a través del espectro radioeléctrico, se la denomina Televisión Digital Terrestre.
El espectro radioeléctrico, a diferencia de los demás canales de comunicación, es un bien de espacio y uso limitado propiedad de todos los peruanos. El Estado encargó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones su gestión y regulación con el objetivo de que sea utilizado a favor de los fines informativos, educativos y de entretenimiento de la sociedad. El MTC, a su vez, otorga en calidad de concesión el derecho a usar el espectro radioeléctrico a los canales de televisión. Es importante destacar que el canal de televisión no es dueño de su señal, es solo un arrendatario.
La televisión abierta es, por tanto, un servicio público tan importante como la telefonía, la luz o el agua. Los peruanos adultos pasan más de tres horas y media viendo televisión (2006). Y los niños, uno de los públicos más sensibles, pasan casi tres horas frente al televisor, según el estudio del CONCORTV (2007). Y si consideramos que el mayor encendido en los niños es en la noche, nos preguntamos ¿Qué programas pasan en la noche? Noticiarios. Y los noticiarios, según un estudio de este año, dedican más del 27% de su programación a los policiales, tragedias, accidentes y desastres naturales.
Frente a esta situación, es importante explicar cuáles son los cambios que una nueva tecnología podrá brindar a la televisión de hoy en día que ya no será la misma. Para poder describir mejor estos cambios, los he ordenado en cinco partes:
1. Cambios políticos
El primer cambio que se va a presentar es sobre qué estándar de TDT elegirá el Gobierno. Más allá de los aspectos técnicos, la adopción de un estándar implica el fortalecimiento de las relaciones políticas y económicas con los países que lo patrocinan. Así, el estándar norteamericano ATSC puede verse influenciado por la aprobación del TLC con Estados Unidos y porque para la elección del estándar de TV a color también se eligió el norteamericano (NTSC).
El estándar europeo DVB-T también puede verse influenciado por la negociación de un TLC con la Unión Europea y por la reciente estrechez de relaciones realizada en la Cumbre ALC-UE.
El estándar japonés ISDB-T, por otro lado, tiene en la realización del Foro APEC y en la presión de un país cercano como Brasil (que adoptó el estándar japonés) uno de los principales elementos que podrían influenciar una decisión a favor.
Por último, el estándar chino DTMB que está cobrando fuerza también tiene influencia política gracias a la realización del Foro APEC y por las negociaciones recientes de un TLC con este país.
Otro de los criterios políticos importantes que se verán reflejados en la decisión del estándar a elegir es la prioridad que dará el gobierno sobre qué televisión esperamos tener los peruanos: ¿Priorizar la alta calidad de audio/video del estándar norteamericano?¿Priorizar la mejor gestión del espectro radioeléctrico del estándar europeo?¿Priorizar la movilidad del estándar japonés?¿Priorizar el alcance y cobertura de la señal del estándar chino? Estas son preguntas que no solamente el Gobierno se las tiene que hacer, sino también la sociedad civil, quienes serán los mayores beneficiados o perjudicados por la decisión del estándar de TDT.
Y esta discusión nos hace revisar la historia, cuando durante el gobierno militar, habían decenas de televisores con el estándar americano mucho antes de estudiar qué estándar era el mejor para el Perú. Al momento de decidir, el gobierno optó por el americano debido a que ya existían televisores con ese estándar. Esta decisión, según algunos especialistas, no había sido la mejor. Entonces, tengamos mucha precaución ante este tipo de movimientos mercantiles, más aun si en estos momentos se están vendiendo televisores con el estándar digital norteamericano cuando la decisión del estándar todavía no se ha realizado.
2. Cambios económicos
Los cambios económicos pueden existir tanto para el sector televisivo, para el sector publicitario como para los televidentes.
En el caso del sector televisivo, la TDT implica una inversión progresiva en cambio de equipos de grabación, edición, consolas, equipos de transmisión, etcétera. Según cálculos realizados por la CNTV de Chile, la inversión de un canal de TV para migrar a la TDT es de 40 millones de dólares. Para la CNTV de Colombia, la cifra circula entre los 49 y 80 millones de dólares dependiendo del estándar a adoptar. Estas cifras pueden sonar dispendiosas si es que no se toma en cuenta que la transición hacia la digitalización completa de la televisión podría durar entre 10 y 20 años.
Asimismo, la TDT no solo son gastos para los canales de televisión, ya que podrán ofrecer servicios innovadores como una guía electrónica de programación, acceso a contenidos a cualquier hora del día, chat, juegos, acceso a Internet; es decir, una integración de todos los medios a través del televisor (televisión, radio, prensa, telefonía, Internet).
Adicionalmente la inversión publicitaria podría incrementarse significativamente gracias a las nuevas formas posibles de anunciar con la TDT: compras a través del televisor, spots publicitarios interactivos o personalizados, envío de SMS a través del televisor, publicidad en los celulares que visionen televisión, chat y juegos con publicidad… Es decir, un sinnúmero de nuevas posibilidades publicitarias.
Para el televidente, sin embargo, la llegada de la TDT implica un gasto de sus bolsillos. Más allá de la ayuda que pueda otorgar el Gobierno, los peruanos tendremos que comprarnos un nuevo televisor con el receptor digital del estándar elegido o, en su defecto, adquirir un aparato decodificador que estaría costando actualmente unos 200 soles como mínimo.
3. Cambios sociales y culturales
La TDT ofrece la posibilidad de la aparición de canales de televisión cada vez más temáticos: canales de música, de reportajes, de noticias, para niños, solo deportivos. Significa una amplia gama de contenidos que anteriormente eran más difíciles de acceder. Asimismo, el televisor podría convertirse en el equipo que podría lograr una convergencia tecnológica: un aparato en donde se pueden ver contenidos, pero además escuchar radio, ver películas, leer noticias, jugar, navegar por Internet. Esta convergencia tecnológica en un equipo genera todo un cambio en los hábitos y formas de consumir medios.
Es muy importante mencionar que la TDT permite que existan servicios para personas con discapacidad sonora como los subtítulos o la inclusión de imágenes con el lenguaje visual para personas sordas.
Como tercer punto, el mayor acceso al espectro radioeléctrico significará pensar en una televisión más plural, donde podrán ingresar nuevos actores sociales en la televisión, como la presencia de canales universitarios o canales regionales a nivel nacional, programas de televisión de escuelas e institutos, televisoras comunitarias; es decir, una mayor democratización en el acceso a ofrecer un servicio de televisión a la sociedad.
4. Cambios legales
Como se sabe, la televisión se encuentra normada por la Ley 28278, Ley de Radio y Televisión, donde, entre otros aspectos, destaca la creación de un horario de protección familiar que podría quedar desfasado cuando los contenidos de televisión se puedan ver a cualquier hora del día. Estas interrogantes, así como fomentar el mayor acceso al servicio de radiodifusión y la importancia de fomentar un pensamiento crítico, implicarán pensar en una nueva legislación que recoja las repercusiones de esta nueva tecnología y los cambios que esta generará.
5. Cambiamos nosotros
Por último, todos estos cambios indefectiblemente generarán un cambio entre nosotros, donde la televisión será un servicio público cada vez más importante, más poderoso, más influyente, y por tanto más susceptible de ser cada vez más socialmente responsable. La televisión debe verse como un medio de comunicación, de integración y de educación; un medio que influirá en nuestra comunicación interpersonal y en nuestro crecimiento y desarrollo como ciudadanos. ¿Los canales de televisión están preparados para este reto y para esta responsabilidad? Es trabajo de todos, de cada uno de nosotros, hacer que esto suceda.