“La historia de la radio en el Perú” por Emilio Bustamante
El CONCORTV realizó una entrevista al reconocido crítico de cine y docente Emilio Bustamante para conversar sobre el tema de su última publicación “La historia de la radio en el Perú”, en donde se analiza el proceso de transformación de este importante medio y la manera en cómo esto repercute en la actualidad.
Por Alejandra Orosco
La radio en nuestro país ha logrado ser el medio más cercano y con mayor alcance, incluso mayor a la televisión; generó poder y ha contribuido a la construcción de nuestra cultura e identidad nacional, al poseer una historia que es también parte de la historia de la música, la política, el periodismo, la publicidad y la cultura popular en general.
Desde su surgimiento en el Perú, en la década de 1920, este medio ha pasado por diversas transformaciones; para conocer un poco más acerca de su desarrollo, el CONCORTV conversó con el reconocido crítico de cine y docente de la Universidad de Lima, Emilio Bustamante, quien relata las etapas más importantes en la transformación de la radio.
Cuatro etapas
Para explicar el proceso de desarrollo de la radio en el Perú, Bustamante señala cuatro etapas muy marcadas e importantes que comprenden, desde su surgimiento, en la década de 1920, hasta la década del 2000.
Para empezar, Emilio ubica una primera etapa a la cual denomina como “la etapa de la fundación” (1925 – 1937). En este periodo empiezan a aparecer las primeras radioemisoras, estatales y privadas, tales como Radio Nacional del Perú y OAX. Pero es a partir de 1937 que aparece un nuevo modelo radial en el cual predomina la radio comercial privada dirigida al entretenimiento, haciendo que el medio se vuelva masivo, entrando así a una nueva etapa.
En la segunda etapa, denomina “la etapa de oro” (1937 – 1956), predomina la radio comercial. Bustamante resalta la aparición de nuevos modelos de programación, cuyo contenido pudo satisfacer y llegar a grupos sociales diversos, convirtiendo a la radio en un medio de alto consumo.
“la llegada de nuevas tecnologías haría que la radio no se detenga y llegue a sectores donde antes no se podía consumir" |
La tercera etapa (1956 – 1980), es marcada por la llegada de nuevas tendencias y la incursión de la televisión en el Perú, lo cual ocasionó ciertas desventajas para la radio. Sin embargo, la llegada de nuevas tecnologías haría que este medio no se detenga y llegue a sectores donde antes no se podía consumir. De esta manera, la radio permanece como medio masivo y de suma importancia en el país, haciendo que ciertos grupos de interés comiencen a verla como un posible medio de servicio público. Así, el gobierno militar de turno opta por expropiar a las emisoras privadas; medidas que, finalmente, no tuvo éxito, ya que la radio continuaba siendo un medio financiado comercialmente para el entretenimiento.
Por último, la cuarta etapa (1980 – 2000), sería “la etapa del desborde”, en esta se iniciarían las grandes corporaciones acompañadas también de las radios clandestinas y ‘piratas’. De otro lado, el medio se ve envuelto en un contexto de violencia subversiva, ocasionando la destrucción violenta de estaciones, muerte de periodistas y muchas dificultades para las radios independientes; contexto que marcó la consolidación del género informativo en el medio radial.
El papel político de la radio
Bustamante comparte algunos casos de cómo la radio fue utilizada por los gobernantes de turno en nuestro país. Por ejemplo, durante el gobierno de Sánchez Cerro, se optaba por parlantes para captar la atención de grandes grupos y lograr que escucharan sus mensajes, además de brindarles programación de entretenimiento que logre generar una fidelización con el medio. Así, desde sus inicios, existía una evidente relación entre la radio y el entorno político, al utilizar el medio como instrumento para llegar a masas. Sin embargo, una tecnología limitante hacía que este objetivo resultara una inversión difícil de cubrir.
Por otro lado, se ejercía la censura hacia los medios, lo cual generaba la presencia de radios clandestinas.
Hábitos de consumo radial
Medidas como el uso de parlantes para transmitir mensajes políticos permitieron que la radio se convierta en un medio de consumo colectivo, dejando de ser de uso casi individual como cuando se limitaba a la emisión de radioaficionados, indica Bustamante.
Emilio Bustamante, crítico de cine y docente de la Universidad de Lima. |
Al convertirse la radio en un medio de poder, ciertos notables optaron por comprar receptores y empezar a trabajar en su propia programación. De esta manera, aparecen nuevas oportunidades para una radio de consumo familiar, en donde se buscaba satisfacer diferentes nichos, a través de programas informativos, musicales, entre otros. Sin embargo, el consumo colectivo pasaría nuevamente a individualizarse con la llegada de nuevas tecnologías como las radios portátiles, y con esto, el medio tendría más exigencias.
“La participación de la gente, la interactividad, el intercambio, parecen tener más posibilidades con la Internet" |
A partir del siglo XXI se toma un énfasis por lo individual, la llegada de la Internet haría que la relación entre oyente y receptor sea más directa. “La participación de la gente, la interactividad, el intercambio, parecen tener más posibilidades con la Internet. El futuro de la radio es ése, aunque aún no sé qué tan cercano sea ese futuro”, señaló.
De otro lado, Emilio resalta la necesidad de estar alertas a la tendencia de concentración de propiedad, lo cual puede llevar a la concentración de información y con eso, a la concentración de poder, “es bueno que el conocimiento siempre este diversificado, es importante limitar esta concentración de la información“.
Finalmente, para Bustamante, la radio fue y sigue siendo uno de los medios más significativos y utilizados en el país, ya sea por la su carácter participativo, interactivo, sus bajos costos, la variedad de géneros que ofrece o su amplia cobertura. Sin embargo, hace un llamado a las emisoras a tomar riesgos respecto a sus contenidos, ya que, en su opinión, la radio actual es un medio “repetitivo y poco innovador”.